Recuerde:

"No existe el derecho a discriminar, discriminar no es una opinión, es un delito"

domingo, 18 de septiembre de 2016

Me dejaron en "Visto"


Soy la mata del despiste, o no me da la gana de responderte.

Entre las maravillas tecnológicas del nuevo milenio, Facebook, Twitter, Youtube y el menos popular Google +, Facebook Messenger, Adopta un Man, Tinder, Instagram, Snapchat, Telegram, Kik, Kakaotalk, Whatsapp, -las he probado casi todas-... no hay nada  más perjudicial para la vida social del ser humano que el "visto".

No se a quién se le ocurrió la magnifica idea de avisarnos que la otra persona leyó nuestro mensaje y no le dio la soberana gana de contestar de manera inmediata, nosotros no teníamos la necesidad de enterarnos, es más, antes de que los pajaritos azules de Whatsapp llegaran a amargarnos la existencia, nuestra única preocupación era que el destinatario revisara el mensaje y que eventualmente nos contestara.

Uno no extraña lo que no conoce, hace 10 años no necesitábamos ver la "última conexión" de nadie para verificar si se había dormido cuando dijo que se dormiría, o si se quedó hablando con el cacho;  hace 20 años lo máximo que podía hacerse con un celular era llamar, con mensajes de texto que te cobraban por caracteres -cual telegrama-; hace 30 años solo existían teléfonos fijos, es decir, no podías contactar con la persona a menos que estuviera en  casa -a menos que tuviera un beeper-; y hace 100 años solamente existía el correo. ¿Cómo es que la gente podía mantener relaciones a distancia por medio de cartas? ¿Sin saber qué hace el otro 24/7? ¿y si se equivocaban con la dirección del destinatario? ¿Y si perdían la carta en el correo?

Lo más cercano a "acosar" a otro hace una década, era conectarse y desconectarse de Messenger para que notaran nuestra presencia, mandar "PING" diseñados para trabar los ordenadores, o en su defecto el gif del globo de agua que fingía mojar nuestra pantalla. En ese entonces no necesitamos que todas las apps de nuestros muy inteligentes teléfonos nos dijeran que nuestro mensaje "había sido leído y efectivamente ignorado", solo aceptábamos que la otra persona tenía una vida, y que era un ser humano independiente.

¿En qué momento empezó a afectar nuestra autoestima el hecho de que nos dejen en "visto"? 

Hace un par de meses, por salud mental, decidí quitar los dichosos pajaritos azules de mi configuración de Whatsapp, y descubrí -con asombro- que mi vida se volvió muchísimo más tranquila, la gente dejó de quejarse por mi despiste, y lo encontré tan práctico que decidí que quitar la "última conexión" también era una buena opción, aunque ahora que lo pienso, eso de la "última conexión" solo debe afectar a parejas, ¿Quién más tendría derecho a reclamarme por encontrarme en linea a las 3 a.m.?  

Lo  triste es aceptar que desactivamos todas esas opciones por nosotros y no por los demás, es más fácil que reconocer lo mucho que nos afecta ver a la persona que nos gusta conectada hasta altas horas de la madrugada e imaginarnos con qué suripanta* podría estar hablando, al tiempo que  proyectamos mentalmente una de esas cursis y melodramáticas películas de los años 50 en la que él/ella tienen felices encuentros en el cine auto con otro/a.

Lo peor del asunto es que ahora hay una razón más para enojarnos con el prójimo: "¡Me dejó en visto!" es una queja común hoy día, y  a pesar de saber lo ridículo que suena, debo incluirme en el grupo de personas que lo ha manifestado. El problema no es que ignoren el mensaje, el problema es que requerimos ser el centro de atención,  nos cuesta entender que, quizá, él/ella también tiene una vida y que ésta no gira alrededor de nosotros. Entonces, ¿Por qué si esta en línea no me contesta? o ¿Por qué si vio mi mensaje no me responde? No quiero ser yo quien les de la mala noticia, pero la mayoría de las veces simplemente: NO LE DA LA GANA.

Somos una generación absurdamente sensible, estos problemas del primer mundo deberían avergonzarnos hasta la médula, y no hablaré de los niños muriendo de hambre o los desplazados que piden limosna en los semáforos, porque son cuestión de humanidad y política pública, pero en serio, con tantas cosas importantes por las que preocuparnos, los pajaritos azules, el visto en Facebook, Instagram o Snapchat, son por mucho, lo último en la lista.

Vamos a trabajar esto del amor propio y la autoestima, vamos a querernos lo suficiente como para aceptar el desprecio -no mentiras, no seamos tan drásticos-, pero si en entender que si enviamos un mensaje es porque no es tan urgente y podemos esperar la respuesta, y si es una urgencia pues LLAME, que aunque usted no lo crea, fue el motivo que inspiró la creación de los teléfonos celulares.



*Suripanta: Es un termino que se emplea de manera despectiva para hacer referencia a una mujer que carece de moral o decencia. Fuente: Definiciones.de

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